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Argumentación
Argumentación
Los textos argumentativos tienen por finalidad convencer o persuadir al destinatario de participar de esa mirada o visión. Pueden ser orales, escritos, visuales o audiovisuales. Si la argumentación es oral, es muy importante la entonación, la actitud y los gestos del emisor; un ejemplo de esto son los discursos de los políticos.
Los textos argumentativos se configuran de manera tal de construir un entramado que dé sustento a la posición que el enunciador busca sostener en torno a alguna problemática en debate. A diferencia de las secuencias explicativas, las argumentativas tienen a involucrar ya no la cognición del interlocutor sino su convencimiento o persuasión. Por eso, es necesario que se tomen como punto de partida elementos que resulten conocidos o accesibles para el interlocutor, de manera tal de poder conducirlo hacia la conclusión que se busca afirmar.
Esto quiere decir que el emisor expresa sus ideas frente a algo y pretende que el receptor coincida con esa posición. Para lograrlo, debe expresar una serie de razones o argumentos que fundamenten su punto de vista; este procedimiento se denomina argumentación.
Se puede argumentar sobre cualquier tema y los textos argumentativos circulan por todos los ámbitos o discursos: académico, laboral, familiar y cotidiano, periodístico, político y cualquier otro espacio de encuentro entre personas.
Como se trata de incidir sobre la manera de pensar del destinatario, un aspecto fundamental en este proceso es considerar al receptor desde el primer momento, por eso la argumentación debe construirse en función de su edad, sus conocimientos y sus intereses. El destinatario aceptará la tesis propuesta si los argumentos le resultan convincentes.
La tesis es la expresión de la posición tomada por el autor con respecto a un tema, es decir la opinión de un emisor acerca del asunto en cuestión, y puede estar explícita o puede sobreentenderse a partir de los argumentos presentados. Es el eje del texto y resulta fundamental para centrar la argumentación, por lo que debe ser clara, única y específica, sin ambigüedades. Es decir, si bien no es necesario que aparezca escrita, el texto argumentativo debe "enfocar" su tesis con claridad y construir los argumentos en torno a la misma. Al finalizar la lectura de un texto argumentativo se sabe qué opina el autor y por qué motivos opina así.
El que argumenta tiende a buscar aquellos argumentos que puedan ser valorados o juzgados positivamente por el destinatario de su texto para convencerlo. En la medida en que el destinatario acepte los argumentos, podrá transferir esa aceptación a la tesis que propone el argumentador. Por eso, para leer una argumentación es importante detenerse en el contexto y en la caracterización del destinatario del discurso (sus valores, sus creencias, su representación del mundo, su posición frente al problema a debatir).
Un aspecto que es necesario tener en cuenta para el análisis de una
argumentación en el campo científico, como en cualquier otro, es la posición
que ocupa la teoría o el investigador en dicho campo: si corresponde a una
posición central o periférica, si cuenta o no con la autoridad del prestigio y
el reconocimiento de sus pares, entre otros.
El discurso argumentativo usa las palabras del otro apropiándose de ellas para sus fines argumentativos o refutativos. Predomina en este tipo de secuencias el discurso indirecto, la contaminación de voces y el discurso indirecto libre, a diferencia de la trama explicativa que utiliza el discurso directo.
Los textos argumentativos, principalmente los textos políticos, pueden tener tres tipos de destinatario:
❚ el prodestinatario: es el que piensa como el emisor, es decir comparte su ideología. En este caso no es necesario convencerlo de nada sino que el texto funciona para reforzar sus creencias y ratificar su propia tesis.
❚ el contradestinatario: es el que piensa diferente, por lo que se hace necesario que el emisor refuerce su argumentación para convencerlo, refutando sus ideas para que las modifique en razón de los argumentos que se están presentando.
❚ el paradestinatario: es el que no tiene una opinión formada con respecto al tema que se está tratando y que, si la argumentación es eficiente, hará propia la tesis del argumentador.
Dado que la argumentación siempre se detiene en cuestiones sobre las cuales existen posiciones en conflicto o desacuerdos, este tipo de secuencia (o trama) suele estar atravesada por expresiones polifónicas, que retoman los puntos de vista con los que el sujeto confronta o disiente.
En cuanto a la construcción enunciativa, es importante destacar que la imagen del enunciador no está basada en el efecto de objetividad característico de las tramas explicativas, sino por el contrario su presencia esta muy marcada en el discurso, es decir, se hace cargo de su palabra y por tanto, puede colocarse en diversos lugares: experto, experimentado, testigo, víctima, el que se rebela, el que se adecua al statu quo, en tantas otras posibilidades. Por eso, en estos textos aparecen con mayor frecuencia expresiones o marcas de subjetividad, siempre ligadas a las especificidades estilísticas del género discursivo del cual se trate. En los géneros que responden al discurso académico, el posicionamiento en las secuencias argumentativas se marcará no tanto en el uso de la primera persona del singular sino mediante el vocabulario, los adjetivos valorativos, las modalidades, y en ocasiones, el uso de la primera persona en plural.
Características de la argumentación Partiendo de lo dicho anteriormente, podemos señalar componentes básicos de la argumentación:
1.Objeto: Cualquier tema controvertido, dudoso, problemático que se puede tratar de diferentes maneras. Por ejemplo, la experimentación con animales en el laboratorio, Las virtudes de la soja o Por qué hay que mejorar las máquinas de café.
2.Locutor: Es quien manifiesta un determinado punto de vista sobre la realidad, quien toma una determinada posición. Una revista o un grupo de presión, una marca comercial, un consumidor preocupado.
3.Carácter: Polémico, pues se basa en la contraposición de dos o más posturas. Los enunciados están todos relacionados unos con otros por oposición, contraste, etc. – crueldad de los métodos de experimentación animal e inutilidad de los resultados; ventajas de la soja frente a otras legumbres; razones para elección de un tipo de producto (una tarifa plana) algo más cara que sus competidores o para pagar menos por un producto mejor,
4.Su objetivo: Es provocar adhesión, persuadir, convencer al interlocutor de la
aceptabilidad de una idea o de un punto de vista
5. Lenguaje. Subjetivo. Con variedad de subjetivemas.
Tipos de argumentos:
Lo más común es encontrar los tipos fundamentales de argumentos por asociación como por ejemplo el argumento de autoridad que consiste en la utilización de citas o documentos de personajes famosos con el fin de reforzar la idea sostenida en la tesis. Lo que el proponente considera autoridad puede ser muy variado e incluir palabras de sabios, filósofos, autoridades civiles, religiosas, entendidos en una materia, personajes populares, mediáticos, etc.
Cercano al argumento de autoridad está el uso de proverbios
y refranes pues en ellos se refleja una "verdad" conocida y comúnmente aceptada. En
el mismo sentido, la opinión pública o el sentido común son argumentos con mucha
fuerza pues hacen alusión al sentir general de toda la sociedad o de un grupo social.
Los ejemplos y las comparaciones son también una importante fuente argumental. Con su uso se ilustra
lo que se va a demostrar aludiendo a la experiencia compartida entre el hablante y sus
destinatarios.
Los argumentos por disociación son interesantes pues presentan pares polarizados
de opiniones o puntos de vista por lo que suelen usarse para radicalizar la
argumentación.
Los pseudoargumentos no son verdaderos argumentos sino recursos –en algunos
casos figuras que facilitan la afirmación o refutación de una tesis. Algunos de ellos son
el uso de la ironía, de las tautologías, la reducción al absurdo, etc.
Fuentes:
- De Haro, M; Centrón, G (2015) Textos y discursos de la vida en sociedad, Buenos Aires: Longseller
- Glozman, M; Savio, K (2019) Manual para estudiar textos académicos, Buenos Aires: Novedades Educativas.
- Arnoux, E (2002) La lectura y la escritura en la Universidad, Buenos Aires: Eudeba